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25/09/15

La supervisión de una mudanza

MUDANZA

Cuando se contrata una empresa de mudanzas, como Mudanzas Cariño, se ha de llevar una supervisión, no sólo por parte del cliente, sino también de los profesionales de la mudanza para evitar de esta manera que haya problemas en los bienes, que se pierdan o se rompan.

Vigilando la mudanza

Antes de hacer una mudanza, un equipo de profesionales suele acudir al domicilio de la persona que contrata para hacer un pequeño inventario comentando con el cliente (o la clienta) sobre algunos enseres que puedan ser delicados y ofreciéndole consejos en caso de que sean ellos los que vayan a embalar todo.

Una vez hecho, se tiene una pequeña lista con recomendaciones para llevar a cabo la mudanza con el objeto de que no haya mermas en los bienes.

El día de la mudanza, antes de sacar nada, se hace un nuevo inventario de las cajas que hay que después se contrasta con lo que tenga el cliente para verificar que se ha contado todo y, sobre todo, que no falta nada en ninguno de los listados.

Sólo así comienza la mudanza con especial cuidado en aquellos objetos o cajas que sean delicados. Al cliente se le da siempre una copia de la lista de la compañía de mudanzas para que quede atestiguado que el control ha sido realizado y que estaba acorde con el que él o ella tenía.

Los propios encargados de la mudanza suelen supervisar que todo quede subido en el camión de mudanzas y, a la hora de llegar a la nueva casa, cuando descargan también verifican que el estado de los enseres es el adecuado junto al cliente.

Esto es lo que hace una empresa de mudanzas profesional como Grupo Cariño. Por eso tantos confían en nosotros para llevar a cabo sus mudanzas en Granada.