¿Debo volver a revisar mi coche para la operación retorno?
Llega septiembre y las vacaciones terminan, aunque no para todos. Siempre quedan aquellos que no han podido (o no han querido) tomar su descanso estival en los meses de julio y agosto y disfrutan de este placer durante el suave septiembre.
Además de que es un mes de temperaturas más ligeras, se evitan masificaciones y los precios son más bajos que en el punto central de la temporada de verano. Por ello, cada vez es más frecuente reservar este periodo para hacer alguna escapada.
Pero, ¿con qué medio voy a hacer mi viaje? Si vas a comenzar ahora tus vacaciones y has decido viajar en coche, te vamos a hacer una serie de observaciones que tienes que tener en cuenta a la hora de emprender la ruta.
Aunque no solo se usa el coche para los viajes de ida, sino también para los de vuelta. Puede que ya hayas acabado tus vacaciones, o que estés a punto de acabarlas, y que vayas a hacer tu viaje de regreso. Tal vez vayas a volver a arrancar tu vehículo después de un periodo de tiempo de parón, puesto que durante las vacaciones no lo has movido.
Pues bien, tanto si vas hacer la ida, como si vas a hacer la vuelta, es aconsejable que revises ciertos aspectos mecánicos de tu coche antes de comenzar el viaje, incluso si haces la ‘operación retorno’ y lo has revisado recientemente. Los factores climatológicos y el poco uso pueden haber hecho que cambien muchas cosas en tu vehículo.
PARTES A REVISAR DE TU COCHE
–Nivel del aceite: esta medición se debe hacer siempre con el motor en frío y con el coche nivelado. El aceite con el calor aumenta su volumen la medición resultaría poco fiable. Saca la varilla del motor y asegúrate de que la marca que deja el aceite está entre los dos puntos de ‘mínimo’ y ‘máximo’.
Los coches en invierno consumen más aceite debido a los cambios bruscos de temperatura, dado que el circuito se contrae y se expande constantemente. Además, el tráfico lento en ciudad hace que el motor consuma más aceite.
–Neumáticos: como en el punto anterior, los neumáticos sufren bastante con el frío, amén de que la temperatura también afecta al volumen que el aire ocupa dentro del neumático. Por esto hay que comprobar que la presión sea correcta y que el dibujo del caucho tenga la profundidad suficiente.
–Frenos: una de las partes de la seguridad de nuestro vehículo que más importancia tiene. Hay tres factores que debes revisar en el sistema de frenado:
*Líquido de frenos: una merma en el nivel puede provocar que el pedal del freno se hunda hacia abajo.
*Pastillas de freno: hay que comprobar que no esté demasiado gastada y las pinzas toquen el disco.
*Disco de freno: tocar el disco en frío y verificar que no tiene demasiada ‘rebaba’.
-Anticongelante: el nivel de anticongelante también es importante, le queden o no le queden heladas por aguantar al coche. Revisa el nivel en el indicador del vaso de expansión. Si sospechas que puede haber una fuga, lo mejor es comprar un líquido fluorescente de color amarillo que destaca en caso de pérdida.
-Luces: asegurarte de que los faros están limpios y en la altura adecuada. Esto es especialmente importante con niebla o en la conducción nocturna. Debes comprobar el funcionamiento correcto de todas las bombillas para que no te lleves un susto.
-Batería: si sale líquido de la batería, debes cambiarla y revisar el alternador. Tienes que procurar mantener limpios los bornes y desechar la batería si alguno presenta un aspecto extraño.
-Suspensión y dirección: los chirridos, ruidos y el chirrido de las piezas, así como el balanceo de la carrocería en las curvas, son síntomas del mal estado de la suspensión
-Filtro de aire: si la entrada de aire está sucia o atorada, se elevará el consumo y los gastos en combustible.
-Otros elementos: no olvides revisar la rueda de repuesto, el gato, los triángulos, chalecos reflectantes…
En cualquiera de los casos, en Grupo Cariño te ofrecemos nuestro taller y nuestros mecánicos para que realices cualquier tipo de consulta. Ponte en contacto con nosotros: https://www.grupocarino.com/contactar