¿Cuándo es un buen momento para una mudanza?
Hay veces que las cosas llegan sin avisar y nos encontramos con nuevas situaciones vitales que hacen que tengamos que cambiar de lugar de residencia, ¡mudarnos a otros piso, a otra provincia o incluso a otro país! En esos momentos no tenemos más opción que adaptarnos a las circunstancias pero, ¿qué ocurre cuando sí podemos elegir en qué momento hacer la mudanza? ¿Cuándo es el mejor momento para ello?
Encontrar la época idónea o el día más adecuado para mudarse es importante porque nos puede ayudar bastante para que estas jornadas de cambios se desarrollen de una manera más tranquila y organizada.
¿Aprovechamos las vacaciones de verano?
Las vacaciones estivales – que además coinciden con las escolares para las familias con niños – suelen ser uno de los momentos clave. Los factores para elegir esta época es que la familia tendrá más tiempo para organizarse e incluso adaptarse al nuevo destino. En esta época del año los días son más largos y hay más horas de luz que se pueden aprovechar para transportar los elementos deseados. Además, dichas vacaciones hacen que no tengamos que realizar el traslado en fin de semana – se podrá hacer cualquier día de la semana por lo que incluso evitaremos problemas de tráfico o atascos que suelen ser más reducidos durante los días de diario en verano.
¿Y en invierno? ¿Qué hacemos?
Si no puedes o quieres esperar a que llegue el verano también puedes beneficiarte de otras posibilidades durante el invierno. Por ejemplo, como la demanda de mudanzas desciende te será más fácil – y barato – conseguir los servicios de empresas de mudanzas profesionales. Eso sí, deberás preparar tu mudanza para posibles casuísticas como el mal tiempo, lluvia o frío por lo que la organización deberá ser mucho más precisa. En esta ocasión sí recurriremos a los fines de semana donde podremos tener más tiempo libre o bien pedir una serie de días libres en el trabajo por mudanza para conseguir optimizar el tiempo.
Entonces, ¿en qué quedamos?
Comprobando un poco todas las opciones desde Grupo Cariño consideramos que hay dos meses que son los óptimos para realizar una mudanza y aquí os explicaremos por qué:
Junio: Han comenzado las vacaciones pero aún no hace un calor apabullante. Los días son más largos y eso nos ayuda a organizar mejor tanto en origen como en destino. Y una vez realizada la mudanza se dispone del verano completo para volver a colocar todo y establecerse cómodamente en tu nueva residencia.
Septiembre: Un nuevo curso, una nueva vida, una nueva vida. Es el mes asociado a los comienzos por excelencia y por eso puede ser una buena idea comenzar el mes mudándose. Aún los días no se han acortado del todo y el tiempo sigue siendo agradable Eso sí, cuidado con el posible tráfico así que habrá que evitar los días con mayores desplazamientos.